Brevemente, aprovecho esta fugaz visita a los cibermundos en mi estancia en tierras extranjeras, mientras echo de menos el sol de mi Espania (maldito teclado danes sin enies) profunda y el calor de sus gentes en contraposicion con el frio, la lluvia y el clima desapacible en general de esta, por otro lado, cosmopolita urbe, bastante mas avanzada en lineas generales que aquello a lo que acostumbramos nosotros; pero tambien y en parte precisamente por ello mucho menos cautivadora y casi totalmente carente del embrujo que a mi tanto me gusta de mi tierra natal.
Valga como ejemplo el hecho muy destacable de que en la ciudad de las bicicletas (impresionanate, de verdad), al margen de la nada desdeniable posibilidad de hacer el 90% de los desplazamientos cotidianos en este medio sin mas inpedimento/inconveniente que la posible y probable adversidad climatologica, puedes luego dejar la bici en cualquier sitio sin necesidad siquiera de ponerle un candado o medida de seguridad alguna y con la certeza de que tu propiedad privada sera respetada y estara donde la dejaste cuando quieras volver a recuperarla para volver a desplazarte con ella.
Todo esto es sencillamente impensable alli donde vivimos, y si bien es un elemento a considerar como ventajoso al hacer la comparativa; es uno de los pocos en los que esta ciudad (Copenhagen) aventaja a mis madriles queridos.
Intentare hacer un relato mas pormenorizado a mi vuelta, cuando haya asimilado un poco todo lo aqui vivido; mientras tanto os dejo una foto ilustrativa de lo que hoy cuento que sin ser mia (Dios bendiga a google y su capacidad de encontrar las fotos mas variopintas en al red) da una idea bastante buena de lo que os cuento y por otro lado es una de las zonas de obligada visita en esta ciudad.
Valga como ejemplo el hecho muy destacable de que en la ciudad de las bicicletas (impresionanate, de verdad), al margen de la nada desdeniable posibilidad de hacer el 90% de los desplazamientos cotidianos en este medio sin mas inpedimento/inconveniente que la posible y probable adversidad climatologica, puedes luego dejar la bici en cualquier sitio sin necesidad siquiera de ponerle un candado o medida de seguridad alguna y con la certeza de que tu propiedad privada sera respetada y estara donde la dejaste cuando quieras volver a recuperarla para volver a desplazarte con ella.
Todo esto es sencillamente impensable alli donde vivimos, y si bien es un elemento a considerar como ventajoso al hacer la comparativa; es uno de los pocos en los que esta ciudad (Copenhagen) aventaja a mis madriles queridos.
Intentare hacer un relato mas pormenorizado a mi vuelta, cuando haya asimilado un poco todo lo aqui vivido; mientras tanto os dejo una foto ilustrativa de lo que hoy cuento que sin ser mia (Dios bendiga a google y su capacidad de encontrar las fotos mas variopintas en al red) da una idea bastante buena de lo que os cuento y por otro lado es una de las zonas de obligada visita en esta ciudad.
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