Mis queridos amigos, hoy vamos a preparar un menu elegante a la par que sencillo y no por ello menos resulton.
El opiparo banquete consistira en una variedad de platos que paso a describir:
Comenzamos con unos entrantes para ir abriendo boca que consistiran en unos buñuelos agridulces de cansancio con relleno de desgana y salsa de desmotivacion generalizada.
Seguimos con unos "canapeses" de huevas de autoestima con acompañamiento de virutas de sana alegria por vivir el dia a dia.
A continuacion serviremos una sopa fria de ilusion con tropezones flotantes de esperanza a modo de picatostes.
Preparad las papilas gustativas, que viene un salpicon de visceralidad servido sobre una cama de frustraciones internas pulsando por aflorar.
Para prepararnos al cambio de sabores que nos espera servimos un sorbete de decepciones a la temperatura justa en que pueda resultar totalmente indiferente al consumidor.
Y a continuacion y a modo de plato fuerte servimos un guiso de sueños ilusionantes rehogado con tropezones de autoconfianza, acompañado con bolitas de amor a modo de guarnicion y todo ello ensalsado con una mezcla armonica de ese tan empalagoso como delicioso elixir de la felicidad y la siempre agradable frescura del logico desenfreno que produce la euforia de saber que eres capaz de todo.
Esta variedad de exquisitos manjares sera regada con los siempre agradecidos liquidos que dan sabor a la vida cuando el amor de las bolitas antes citado se hace sublime al consumarse en el sexo correspondido y perfectamente acompasado.
De postre, cada comensal puede elegir entre una deliciosa mousse de optimismo, una nada despreciable macedonia de sentimientos de gratitud y un impresionante puding de sensualidad provocativa.
Acercandonos ya al final de este grandilocuente evento gastronomico, les ofrecemos una tarta helada de embriagador licor de positividad que antes de fragmentarla, lleva escrita encima la frase "No Te Detengas" con caramelo de imaginacion.
Para acabar copa, puro y barra libre de las mejores marcas con baile desnihibidor al son de la mejor orquesta que hace realidad las mejores sinfonias.
El opiparo banquete consistira en una variedad de platos que paso a describir:
Comenzamos con unos entrantes para ir abriendo boca que consistiran en unos buñuelos agridulces de cansancio con relleno de desgana y salsa de desmotivacion generalizada.
Seguimos con unos "canapeses" de huevas de autoestima con acompañamiento de virutas de sana alegria por vivir el dia a dia.
A continuacion serviremos una sopa fria de ilusion con tropezones flotantes de esperanza a modo de picatostes.
Preparad las papilas gustativas, que viene un salpicon de visceralidad servido sobre una cama de frustraciones internas pulsando por aflorar.
Para prepararnos al cambio de sabores que nos espera servimos un sorbete de decepciones a la temperatura justa en que pueda resultar totalmente indiferente al consumidor.
Y a continuacion y a modo de plato fuerte servimos un guiso de sueños ilusionantes rehogado con tropezones de autoconfianza, acompañado con bolitas de amor a modo de guarnicion y todo ello ensalsado con una mezcla armonica de ese tan empalagoso como delicioso elixir de la felicidad y la siempre agradable frescura del logico desenfreno que produce la euforia de saber que eres capaz de todo.
Esta variedad de exquisitos manjares sera regada con los siempre agradecidos liquidos que dan sabor a la vida cuando el amor de las bolitas antes citado se hace sublime al consumarse en el sexo correspondido y perfectamente acompasado.
De postre, cada comensal puede elegir entre una deliciosa mousse de optimismo, una nada despreciable macedonia de sentimientos de gratitud y un impresionante puding de sensualidad provocativa.
Acercandonos ya al final de este grandilocuente evento gastronomico, les ofrecemos una tarta helada de embriagador licor de positividad que antes de fragmentarla, lleva escrita encima la frase "No Te Detengas" con caramelo de imaginacion.
Para acabar copa, puro y barra libre de las mejores marcas con baile desnihibidor al son de la mejor orquesta que hace realidad las mejores sinfonias.
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